domingo, 12 de diciembre de 2021

La música folclore en el pop.

Hoy voy a escribir un post que más bien es de musicología y no de lo que suelo hacer en mi blog, ya que siempre hablo de mis gustos musicales y de mis vivencias entorno a la música. 

Os suena Carlos Vives? Es un cantautor colombiano que se hizo bastante conocido por varias canciones que llegaron a ser número uno en varios países, sobre todo en los de hablan hispana. Pero cabe destacar algo en su música, cuando escuchamos sus canciones nos recuerda a la típica música de veraneo o canción de verano. Es cierto que tiene elementos que recuerdan a música de playa, ritmo caribeño y por qué no decirlo a las terrazas de los chiringuitos. 


Pues bien, su discografía está plagado de esos elementos que acabo de mencionar y no es para menos, sus canciones como LA GOTA GRÍA O FRUTA FRESCA ambas son conocidas por el propio cantante que le lanzaron a nivel mundial. Y lo curioso de todo esto es que se pasó por alto una cosa que me fascinó al escucharlo, en especial en algunas músicas de cabecera de algunas telenovelas y es la presencia de acordeones y de un bajo armónico y rítmico que se repite en muchas de ellas. 

Gracias al YouTube descubrí que muchas de ésas cosas no es producto de la discográfica sino que viene de la música popular de las zonas rurales de Colombia, pero que aquí el cantante ha sabido transformar esos elementos musicales rurales a convertirse en algo caribeño y más universal. Pero lo cierto es que hemos caído en el consumismo global que como catalizador es la propia discográfica para lanzar al mundo algo tan rural a la cultura urbana. 

Esto pasa lo mismo aquí sin ir muy lejos, muchos grupos y cantantes utilizan elementos musicales que son de carácter folclore y lo masifican convirtiéndolos en algo tan consumista. Haciendo que lo popular, lo folclore o lo rural llegue a más gente y que no se quede en un simple grupo para "entendidos". 

Con esto que quiero decir? Al igual que con la música clásica tiene una evolución, que cuando llega a unos niveles actuales parece que se haya encontrado la panacea de la misma. Cuando en realidad lo que hacen es ignorar todo lo que se ha ido consumiendo, y todo lo anterior lo hemos olvidado cuando en realidad es que ha habido una evolución.
Pues esto pasa con la música latinoamericana o caribeña, llegamos a creernos que los recopilatorios de música para el verano son productos inventados para el consumo mundial (y no vamos a negarlo, lo consiguen) pero la cosa es que para llegar a estas alturas se ha necesitado una serie de elementos que son típicos de las zonas rurales y amazónicos de diversos países latinoamericanos (Colombia, Venezuela, Perú, México, entre otros) y convertirlos en algo popular.  

Ahora que sabéis algo más sobre la música latinoamericana y sus orígenes, al igual ahora escuchareis la música de otra forma, eso es porque hemos sido educados al consumismo popular y hemos ignorados o mejor dicho, no nos enseñaron a descubrir que lo folclore y/o rural es algunas veces el origen de la música que escuchamos a día de hoy. 

sábado, 30 de octubre de 2021

El abanico de música

 Después de casi un año he vuelto para reflexionar ciertas vivencias que he tenido durante este tiempo, entre cosas por que la vida te enseña qué camino es el mejor que puedes coger dependiendo de tus capacidades y de tus posibilidades que puedes tener al alcance. 

El curso pasado fue para mi como una montaña rusa, que un día estás en lo más alto pero después te vas hacía abajo y así sucesivamente, primero fue el conservatorio profesional de Barcelona. Entre la pandemia, las mascarillas y ciertos profesores sin empatía con mi situación, tal situación me pudo con mi salud que me acarreó a tener problemas de oído (acúfenos) provocándome mareos y vértigos. Después el máster de música para secundaria, me tocó una mentora para las practicas que fue una de cal y otra de arena. De cara la galería parecía que me ayudaba dándome consejos para mejorar, pero después a la hora de valorar mis practicas me dio una puñalada por la espalda. Me lleve una sorpresa algo desagradable en las valoraciones que no tenían nada que ver con lo que yo viví en el instituto que me asignaron los del máster. El resto de "asignaturas" de dicho máster las tengo aprobadas así he decido sacármelo para poder ejercer como profesor de música, ya que es la única vía en mi caso que puedo hacer algo vinculado con la música. 

Después de varios meses de descanso, me planteo una posibilidad de hacer el Superior de Trompeta, pero sopesando los pros y los contras en mi situación veo que la balanza se decanta por los contras que por los pros, que también los hay pero como algo lejano. Decidí apartarlo dada que se necesita dedicar casi al 100% a la trompeta durante los 4 años de superior si quisiera hacerlo, tal y como estoy, con mi edad que parece que no pero pesan, es preciso pensar en un futuro mejor a corto plazo que a largo en poder dedicarme algo relacionado con los estudios que actualmente estoy en ello. Por un lado aplicar conocimientos adquiridos en la carrera de musicología y por el otro los del máster. Y finalmente, parece que éste es la vía más factible para entrar en el mundo laboral. 
De hecho, casi todos los compañeros que he tenido en el máster eran titulados en conservatorios superiores y como una radiografía pude comprobar que la gran mayoría de éstos titulados acaban en la docencia por tener un trabajo algo más seguro. 

Por eso hablo del abanico de música, por que no sólo es tocar un instrumento y dedicar a ello, si se tiene suerte puede ser que lleve a cabo esa profesión a la interpretación musical. En mi caso, después de probar todo que puedo hacer dentro de mis posibilidades, la interpretación es una cosa lejana. La música tiene muchos campos dónde poder dedicarte, una de ellas es la docencia en la aulas, sea primaria o secundaria. Aquí a parte de que es mas fácil tener trabajo, también está vinculando con la música. El mundo no se acaba en un conservatorio....

Seguiré con la trompeta por supuesto, doy clases de trompeta a unos alumnos que ponen interés, también con la orquesta de la universidad de Barcelona. Pero creo que después de valorar lo vivido durante estos últimos meses, quizá mi destino "musical" ha sido llamado para la docencia donde mis conocimientos musicales lo puedo compartir con estudiantes. Quien sabe, si después de tener el título del máster me sale un trabajo y descubro que era lo mío y no en los pasillos de un conservatorio. La vida da muchas vueltas.