lunes, 11 de marzo de 2019

De la literatura a la música Vol II. - La ópera (del texto a la puesta en escena musical)

Seguimos la estela de la literatura que dejé en el anterior artículo donde recalqué en cierta medida en las obras escritas, y su paso a la música o lo que es lo mismo su transcripción para la escena musical. Si con los ballets ya fue bastante demostrativo éste paso de las letras a la música no es para menos que otros géneros musicales se ganasen adeptos y seguidores de esta transformación, desde el medievo esto se ha consagrado a través de la religión como medio. No hemos de olvidar que gran parte de la población europea medieval no sabia leer ni escribir, así que el método de que la palabra de dios fuese calando en la gente a través de la música o de las artes plásticas (pintura). El ejemplo de éste tipo lo encontramos en el canto gregoriano, las misas, el drama litúrgico (especie de ópera muy arcaica sobre la vida de personajes bíblicos, etc.) 

La verdadera transformación de lo literario a la música fue sin duda el género por excelencia que era capaz de llenar teatros por el hecho de poder escuchar textos ya existentes, pero la forma más adecuada de llegar a oídos de la sociedad era vía musical. Sin duda la ópera era y lo es el mero hecho de poder ver algo escenificado lo que ya estaba escrito, para ello se precisaba de una persona que fuese capaz de modificar el texto original para adaptarlo a la escena y ésta persona es el libretista. El libretista es de alguna manera lo equivalente al guionista que se encarga de adaptar un texto al lenguaje cinematográfico. Las óperas normalmente son textos en formato obra de teatro, y claro, el compositor necesita de una persona que pueda facilitar ésa transformación a la escena musical. 

El barroco son los textos mitológicos que a los compositores recurrían para hacerlo una puesta en escena, una orquesta, unos cantantes, bailarines y coro. Händel, Vivaldi, Monterverdi, Scarlatti, entre otros fueron capaces de hacer ésta labor. En el clasicismo la ópera se pudo hacer una reforma del género, ya no se centraba en la mitología sino que también se utilizó la sociedad de la época. Glück seguía con la mitología pero también escribió obras que estaban a la orden del día de la época, Mozart por ejemplo, pudo estrenar las Bodas de Fígaro. Obra de Beaurmarchais que levantó polémica por los temas que se trataban y Mozart fue el único capaz de convertirla en ópera para que también levantara polémica entre el público y en especial al Emperador José II. 

Adentrando en el periodo del Romanticismo fue sin duda la época dorada de ésa transformación de la que estoy tratando en este artículo, y no es para menos, ya no sólo eran obras de teatro sino que muchos compositores pudieron utilizar algunas de ésas obras originales y hacerlas suyas sin olvidar la autoría de origen: estoy hablando de Giusseppe Verdi que fascinado por las obras de teatro de Shakespeare fue capaz de transformarlo en óperas de inmensa intensidad: Otello, Hamlet, etc... es decir que la figura de Shakespeare fue un autor múltiple, no sólo para Verdi sino para otros compositores. Curiosamente es un escritor del Barroco Inglés sus obras de teatro lo mismo que en la música ha sido llevada a la gran pantalla. Por ejemplo: a Mendelssohn fue capaz de ponerle música a toda la obra de Shakespeare en "Sueño de una Noche de Verano" a esto le llamamo música incidental, es decir, la obra es original pero se le añade música por parte de un compositor que tiene interés por ella. Son muchos los compositores que se han inspirado en las obras de teatro para la adaptación a la ópera, como por ejemplo: Berlioz, Gounod, Debussy, etc. 

Como ya he comentado, la ópera es de alguna manera una obra de teatro musicalizada para llevarlo a grandes dimensiones, desde la puesta en escena, músicos, cantantes, coros, etc. Lo que si ocurre en este género es sin duda esa transformación de las letras a las notas musicales, Wagner fue entre otros un visionario de lo que entendemos de la ópera mitológica. Supo recoger la mitología alemana y convertirla en ópera exponiendola al cuadrado, no sólo trabajó en el libreto (hemos dicho que es una especia de guión pero para la música clásica) sino que también puso música a toda esa recopilación textual. De hecho hay una tetralogía compuesto por él que se basa en una trama (El Anillo del Nibelungo) y después una serie de personajes mitológicos que conforman en el folclore alemán. 
Si bien la ópera es en un sentido literal lo que está en el texto pero con la parte musical bastante elaborada hay que tener en cuenta una cosa, a medida que el género ha ido evolucionando hasta nuestros días con la intención de renovar y de impresionar más al público. 
Y vaya si lo ha logrado! Es la transformación de la literatura escrita a la música sin pestañear.