sábado, 19 de enero de 2013

La música clásica rejuvenecida

Hace ya tiempo leí en una revista musical una entrevista a Gustavo Dudamel, este director de orquesta venezolano es uno de los directores musicales que entró a la palestra internacional bastante rápido. Pero no hemos de olvidar que años atrás muchos artistas clásicos eran muy jovenes cuando salieron a la escena internacional, lo que ocurre ahora es que vuelven a ver músicos muy jovenes que por su inquietud por la música clásica se han convertido en estrellas. Digo esto por que algún crítico músical dijo que este resurgir de músicos clásicos jovenes se les bautizó como el movimiento de la segunda juventud de la música clásica. 
Durante la década de los 80 a parte de una gran invasión de grupo de rock/heavy, etc... aparecieron otros músicos que eran recién salidos de conservatorios o de escuelas de música y se mostraron al mundo sus virtuosismo. Sobre todo en los Estados Unidos solía aparecer cada cierto tiempo un músico y su destreza con el instrumento, por poner un ejemplo, Yo-Yo Ma. Este violonchelista de origen chino fué uno de los que allá por los años 80 empezó su carrera internacional, después de ganar varios concursos, Karajan, Abbado, Muti, etc... se interesó para que fueran solista en sus conciertos. 


Otro músico estadounidense que se hizo bastante conocido fué Joshua Bell, violinista que dejó a todo el mundo sorprendido con su técnica y su virtuosismo, a parte de un físico atractivo para las mujeres, este chico era portada de muchas revistas entre las cuales muchas de ellas era musicales.
Durante la década de los 90 y princpio del nuevo siglo hubo una laguna dónde sólo predominaba los veteranos, como Yehudi Menuhin, Maurizio Pollini, Martha Argerich, Pinchas Zukermann, Sabine Meyer, Maurice André y directores como: Karajan, Muti, Abbado, Metha, Maazel, Barenboim, etc... 

Y partir del 2000 hasta ahora la actividad musica en manos de jóvenes se ha vuelto a ser de moda, Hilary Hahn al violín, Lang Lang al piano, Gabor Boldoczky a la trompeta y Christian Thielemman y Gustavo Dudamel a la dirección orquestal y muchos más en sus respectivas especialidades. 
Seguro que me dejo a más músicos jóvenes que se han convertido en estrellas, pero lo que importa es que la música clásica no sea para gente más adulta, y es por eso que en el siglo XXI el moviemiento  jovial de artistas se le han agrupado en La segunda juventud de la música clásica.

jueves, 3 de enero de 2013

Concierto de Año nuevo 2013 de la Filarmónica de Viena

Quizás sea el evento más esperado por todo el mundo que se retransmite por radio y por televisión, durante muchos años es una tradición que el dia 1 de Enero la Orquesta Filarmónica de Viena se instale en la televisión para tocar los mejores valses y polcas de la familia de los Strauss. Una tradición que empezó allá por el año 1939 y que ha sido ininterrupidamente hasta la actual fecha, por el podium de la Filarmónica de Viena han pasado los mejores directores que también han podido dirigir ese dia.



El director de orquesta Franz Welser-Möst es quizás uno de los no encaja en el perfil de directores que han dirigido el concierto de año nuevo, el motivo no es que sea un nefasto director, ya que tiene respaldado a toda la orquesta de viena, sino por su seriedad ante millones de personas que ven dicho concierto. Quizás uno de los perfiles para que un director se ponga ante la Filarmónica de Viena el dia 1 de Enero es que debe tenes empatía ante el público presente en la sala Musikverein (Sala Dorada) y por otro lado interpretar obras conocidas de la familia de los Strauss aunque siempre suelen regalar obras que nunca se han interpretado en los anteriores conciertos de año nuevo.
Y precisamente el de este año viene cargado de novedades en cuanto al repertorio de los Strauss, gran parte del programa del concierto es exclusivamente a Josef Strauss al hermano pequeño de Johann e hijo del patriarca. Grandes novedades como son los valses inéditos como: Vals del Beso, Vals para las montanyas, Hesperus Paths, Vals de los arboles limoneros. Y polcas poco conocidas para un público que esperaba ansiosamente los tradicionales polcas como la pizzicato, Trish-Trash, Furioso, etc.. es decir, la más conocidas. Creo que el director se ha permitido el lujo de alterar si cabe decir dicha expressión, el repertorio habitual de los Strauss por una novedosa e inédita series de obras casi desconocidas para el gran público habitual de dicho evento. Sin excluir los tradicionales bises finales que suelen ser una polca, el danubio azul y la Marcha Radeztky con el público dando palmas al son de la música. También hay que mencionar dos autores que este año celebran centeanario, Wagner y Verdi y en el programa se incluyen dos obras, el Preludio del Tercer Acto de Lohengrin (conocida de sobra como marcha nupcial) y el Prestissimo como extracto de la opera de Don Carlo que es un pequeño ballet dentro de la misma.


En estos conciertos los directores se suelen soltar la melena, valga la rebundáncia, en el que la seriedad se pierde por completo. Esto se suele ver en las bromas que el director suele hacer al público como muestra de alegria y desenfreno, cabe citar directores como Karajan, Kleiber, Muti, Metha, Maazel, Jansons, etc.. que realiza algun guiño simpático. En cambio Welser-Möst encuentro que lo hace por cumplir cierto protocolo del año nuevo y no como muestra simpática, ya que es un director de la vieja escuela de dirección de viena donde la seriedad, cuadratura y quizás musicalidad lo tiene más por encima que la simpatía ante millones de personas. Fijense en Barenboim que es un showman ante la gente y lo demostró en 2009 con Haydn y la Marcha Radeztky haciendo gestos entre la broma y la seriedad, pero el sabe que el público le gana la simpatía gracias el desenfreno durante el concierto.
El concierto de año nuevo es el evento donde el director tiene más libertad de exagerar los gestos de la dirección ya que lo que cuenta aquí no es la tecnica sino como meterse al público en el bolsillo. No hemos de olvidar que la orquesta tiene la mejor sección de cuerdas más importante del mundo por su timbre, por expresiviad y esto facilita mucho el trabajo del director en el concierto.


Y finalmente como cada año dicho concierto se registra tanto en CD y en DVD para tenerlo en casa verlo una y otra vez, y que dichos conciertos nunca desaparezca el dia 1 ya que como manda la tradición, todos al televisor o en la sala para verlo. Y al menos una vez en la vida merece estar en Viena viendo el concierto en vivo y en directo, codearse con los mejores valses y polcas de los Strauss.