Dejando a atrás el cine, la música en este campo religioso siempre a sido muy presente en toda la história de la música. Iniciando por los cantos gregorianos como himnos, canciones e incluso pasajes bíblicos dónde el personaje de Dios era omnipresente en todas las composiciones. La edad media era una época muy productiva en cuando a obras musicales, era compuesta para los monjes de los monasterios y cantada en las misas. Cuando más se acercaba a la fecha de la semana santa mayor era la actividad de composición. Y en esa época ya se podía hablar de que la música era respaldada por la iglesia siempre y cuando la obra resultara ser religiosa. Pero fuera del círculo de la iglesia la música era presente a través de trobadores e instrumentistas que tocaban para danzar, en la plazas o en la misma corte del Rey.
Apartando las pasiones pero no nos alejamos de la imagén de Jesús otros compositores e incluso los ya mencionados anteriormente escribieron obras sacras. Por ejemplo, Antonio Vivaldi escribió bastante música sacra y entre ellas se encuentra su Gloria en Re Mayor. Aunque no sea un Oratorio se le considera una Cantata para Coro, Solista y Orquesta sobre un texto de una misa en latín. De estas misas escritas en latín se puso música y no sólo fué Vivaldi sinó que existen hasta obras contemporáneas.
Otro compositor de Oratorios fué sin duda Haëndel, escribió muchos oratorios de los que algunos son muy conocidos. Para navidades suelen interpretar El Mesias, este oratorio es el pasaje del nacimiento de Jesús. Otro oratorio bastante bíblico es Judas Maccabeus, describe la história de Judas que fué uno de los apostoles. Y así un sinfín de oratorios que Haëndel compuso y en algunos ya no són tan bíblicos como por ejemplo Israel en Egipto, etc.
Ya entrando en el periodo del Clasicismo el tema de componer oratorios ya no era tan común como en el barróco, pero de vez en cuando se escribia alguno. Mozart, Haydn y Beethoven fueron algunos autores que escribieron oratorios, algunos incluso era dedicados a la masonería. Pero la tradición cristiana aún era evidente en ese tiempo y algunos altos cargos de la iglesía encargaban a los compositores obras para ser estrenadas en catedrales y en iglesias. Mozart fué un compositor bastante interesado en la música religiosa e incluso llegó a escribir una Misa para Difuntos (Requiem), pero lo que más se compuso fué muchas misas y algunas dedicadas a la coronación del emperador. Mozart cuando entró a la masonería quiso regalarles con una obra para coro de hombres y orquesta (Música Masónica) y no dejó el oratorio, ya que escribió uno (La Betulia Liberata). También arregló la orquestación y revisó El Mesias de Haëndel dónde añadió más instrumentos y más voces haciéndola más densa. Haydn retorna a la idea del oratorio y escribe varios de ellos. Algunos són temas bíblicos como La Creación dónde habla de cómo dios creó la tierra, otros son incluso más dramáticos como Las Últimas palabras de Cristo. Éste último oratorio fué encargo de una cofradía de Cádiz para estrenarla durante la semana santa en dicha ciudad. Haydn al igual que Mozart escribe misas para ser ejecutadas en iglesias y catedrales. Por último Beethoven es también otro autor que escribe una misa (Missa Solemnis) y un oratorio (Cristo en el monte de los olivos).
En el romanticísmo la tradición sigue pero no tan intensa como en los período anteriores. Algunos autores como Mendelssohn escribe varios oratorios y otros compositores escriben misas (Schubert).
El conjunto de obras dedicadas a la religión en música se le llama música Sacra. Y en este campo los compositores se muestran su lado más cristiano, el hecho de creer o no en él ya era cosa de mente. Lo que si era verdaderamente asombroso es la música, con Dios o sin él te deja cautivado por la notas musicales.
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